En APDE Las Charcas, entendemos que la educación es mucho más que un proceso académico; es una misión de vida que forma personas íntegras, con principios sólidos y un compromiso profundo con el bien común. Por eso, nos llena de alegría y orgullo ver cómo antiguos alumnos, que crecieron en nuestras aulas, hoy regresan con sus hijos para continuar este legado. Son nuestras familias Alumni, quienes confirman que una educación de calidad no solo deja huella, sino que también inspira a las nuevas generaciones.
Cuando un padre o madre decide inscribir a sus hijos en el mismo colegio donde estudió, esa decisión habla de confianza, identidad y gratitud. Es una elección que nace del corazón y que reafirma que los valores sembrados años atrás siguen vivos y presentes en sus vidas. Estas familias no solo vuelven al colegio, sino que reafirman que la educación recibida en APDE marcó positivamente su historia y quieren replicar esa experiencia con sus hijos.
Más que un colegio, una segunda casa
Para nuestras familias Alumni, APDE Las Charcas es mucho más que una institución educativa. Es un lugar donde se vivieron etapas inolvidables, se formaron amistades duraderas y se cultivaron valores que hoy guían sus decisiones como adultos. Volver como padres representa una oportunidad de revivir esos momentos, pero también de ofrecer a sus hijos una formación académica y humana que conocen de primera mano.
A través de sus testimonios, las familias comparten cómo en APDE experimentaron una educación basada en virtudes, exigencia académica, acompañamiento personalizado y una profunda formación espiritual. Esa misma propuesta educativa sigue vigente y actualizada, respondiendo a las necesidades del mundo de hoy sin perder su esencia.
El valor de un legado educativo
Los hijos de nuestros exalumnos heredan mucho más que una mochila con el escudo del colegio. Reciben una tradición educativa construida con esfuerzo, coherencia y amor. Al recorrer los mismos espacios que alguna vez caminaron sus padres, sienten un vínculo especial con su entorno escolar. Este sentido de pertenencia se traduce en motivación, confianza y alegría por aprender.
La educación en APDE tiene como centro a la persona, y eso se refleja en cada detalle: desde la atención cercana de las maestras, los ambientes diseñados para cada etapa del desarrollo, hasta las oportunidades para crecer en virtudes y liderar con el ejemplo. Las familias Alumni reconocen este enfoque y lo valoran profundamente.
Un compromiso renovado
Recibir a los hijos de nuestros exalumnos representa una gran responsabilidad y un privilegio para APDE Las Charcas. Sabemos que en cada uno de ellos depositan la ilusión de formar personas felices, competentes y con una visión trascendente de la vida. Este compromiso se renueva cada día a través de programas actualizados, personal capacitado, innovación educativa y un ambiente seguro que propicia el crecimiento integral.
Estamos convencidos de que la mejor forma de agradecer esta confianza es seguir elevando la calidad de nuestra educación, conservando la esencia que nos define: formar en libertad, responsabilidad y servicio.
Comunidad que inspira
La presencia de nuestras familias Alumni fortalece a toda la comunidad educativa. Aportan historia, testimonio y un profundo sentido de identidad institucional. Son familias que no solo creen en la educación como motor de transformación, sino que viven esa convicción en su día a día. Sus hijos crecen sabiendo que forman parte de algo valioso y duradero, un proyecto educativo que ha acompañado a su familia por generaciones.
¡Bienvenidos de vuelta!
A todas nuestras familias Alumni que han decidido continuar su camino con nosotros, les decimos: ¡gracias! Gracias por confiar nuevamente en APDE Las Charcas. Aquí los recibimos con los brazos abiertos y el corazón dispuesto a seguir brindando una educación de calidad, centrada en la persona, y comprometida con formar líderes con valores, ideales y un profundo amor por Guatemala.


